Se obtiene al someter la madera natural a elevadas temperaturas. Este tratamiento solo, sin adición alguna de productos químicos hace cambios en la estructura interna y propiedades de la madera. Una vez tratada, la madera es estable y resistente a la prueba del tiempo. La madera realzar su aspecto adquiere un color cálido que la hace ser interesante para algunas aplicaciones. En Europa, los beneficios de esta tecnología se conocen desde hace cuarenta años. En Canadá, las aplicaciones comerciales de esta madera se han desarrollado sobre todo en la última década.

 

Alteraciones químicas causadas en el termo-tratamiento

Como consecuencia del tratamiento, se produce una degradación térmica de la hemicelulosa y la celulosa, es decir, la principal fuente de nutrientes para los hongos.

También se reduce la adsorción de humedad, y por consiguiente, un aumento de hidrofobicidad de la madera y por lo tanto limita el crecimiento de hongos.

Se modifican los polímeros de madera, celulosa y lignina y se rompe la cadera molecular del polímero, haciendo que la madera pierda propiedades mecánicas.

 

Micro cambios causados por el termotratado

En la fotografía siguiente se puede ver una microfisura producida por el tratamiento térmico de la madera

 

 ¿Qué maderas se tratan?

La mayoría de las especies de madera son adecuados para el termo-tratamiento. Sin embargo, es más interesante utilizar las especies más comunes en lugar de maderas nobles. De hecho, la característica particular del tratamiento es dar a las especies comunes, como el álamo o abedul, las cualidades estéticas y las propiedades físico-químicas de las especies de madera más buscados como el roble o caoba.

Las especies de maderas más utilizadas son:

Álamo, Haya, Fresno blanco,  Pino marítimo, Pino silvestre, Abeto, Chopo, Abedul, Arce.